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El tráfico es un mal del cual uno no puede escapar. Año tras año aumentan la cantidad de autos vendidos y las calles y avenidas desbordan su capacidad. Frente a esta situación, el estado debería tomar alguna acción para minimizar el impacto de este fenómeno. En el mientras tanto, algunas mentes brillante aprovechan esta problemática para convertirla en una oportunidad de negocio.

Con la ayuda de la agencia Ogilvy & Mather Bogotá, Coca-Cola supo comprender y transformar este problema en una oportunidad para vincularse con los colombianos, quienes pasan promedio 4hs por día en embotellamientos. Definitivamente una movida astuta y diferente que podría ser replicada en varias esquinas del mundo. Esperamos que Buenos Aires no sea la excepción.